COMERCIO INTERNACIONAL SECCION 33

martes, 1 de marzo de 2011

CARACTERISTICAS ECONOMICAS

La existencia de un dualismo económico: La economía del tercer mundo es una economía profundamente desarticulada, con enormes contrastes entre el centro de las ciudades y los arrabales colindantes, entre las condiciones de vida en las urbes y en el campo, entre los sectores modernos y tradicional de la agricultura o entre la industria de tecnología avanzada y la artesanía. Esta desarticulación es el resultado de una economía fragmentada en compartimentos, estancos en las que se contrapone unos centros de actividad económica dinámica y moderna, controladas en su mayor parte por el capital extranjero y con la mayor parte de su producción orientada hacia el exterior, y unas zonas en las que predomina una economía tradicional basada en la agricultura y la artesanía y con la producción dirigida hacia al autoconsumo o mercado local.
Dependencia comercial: Los países subdesarrollados presentan una alta dependencia de su comercio exterior. Excepto en unos pocos casos como el de los dragones asiáticos, la vocación exportadora en la mayor parte de la actividad productiva es el resultado de la extrema estrechez del mercado interior, deriva de la poca capacidad adquisitiva de la mayoría de la población. Así, la mayor parte de los países del tercer mundo presentan unos cocientes de exportación muy altos que no son indicadores de fortaleza en su economía, sino de sus bajos costes de producción; además muchos países del tercer mundo siguen siendo esencialmente proveedores de materias primas a bajo precio para los países industrializados, mientras tienen que importar la mayoría de los productos industriales y toda la tecnología.
El escaso peso del sector industrial y la polarización de la estructura productiva: el grado de industrialización es mucho más bajo en los países subdesarrollados si bien esta diferencia ha ido disminuyendo en las últimas décadas. Así, la participación del sector industrial en el PIB ha crecido en muchas regiones de América Latina y de Asia, pero un buen número de países africanos siguen siendo fundamentalmente preindustriales y su participación industrial en el PIB no supera el 15%.
Además, las actividades industriales que se desarrollan en los países del tercer mundo suelen ser las que requieren un menor contenido tecnológico, una levada mano de obra, en general poco cualificada y, las que corresponden a sectores peligrosos o contaminantes. De este modo se producen una subordinación económica a los países industriales, que detentan el control de la tecnología, de las inversiones, de la producción y el comercio.
La subordinación financiera: La participación de capitales financieros en la economía productiva del tercer mundo es muy elevada y un parte muy importante de las inversiones realizadas pertenecen a compañías extranjeras que repatrian una buena parte de los beneficios. Además, muchos países padecen un enorme grado de endeudamiento exterior, fruto de su incapacidad para generar capital, y así han de recurrir permanentemente al crédito de los países ricos o de los bancos internacionales. La necesidad de préstamos tiene orígenes variados:
Pagar las importaciones de productos de primera necesidad financiar las guerras que la caótica situación política provoca, comprar maquinaria o la construcción de infraestructuras.
Una aguda desigualdad en la distribución de la renta: La distancia que existe ente ricos y pobres es mucho mayor en los países del tercer mundo que en los países industrializados. Así, la inmensa mayoría de la población vive en la pobreza o en la miseria mientras unas minorías privilegiadas viven en la opulencia. La clase media que es mayoritaria en gran parte de las sociedades occidentales, es allí prácticamente inexistente.

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